Cripta

Debajo del presbiterio, se sitúa la cripta, a la que se accede por dos puertas situadas a ambos lados de la escalera en su parte inferior, detrás de las cuales hay dos escaleras que se curvan ligeramente, descendiendo hasta la cripta. La bóveda de la cripta es de ocho lados semejante a la del Camarín, en su central destacar un medallón del que cuelga una lámpara de seis brazos con tulipas de colores donada expresamente para adornar este lugar. El suelo es de barro cocido colocado durante la restauración que se hizo a la cripta en la década de los noventa.

En el centro de la sala encontramos un pequeño retablo de madera dorado, con un crucifijo que lo preside de autor desconocido del siglo XVIII. El retablo es una obra de juventud del escultor hellinero D. Rafael Millán.

Cabe destacar los cuadros y grabados que adornan la cripta, entre los cuales podemos encontrar una serie de grabados con un Via Crucis. También antiguas casullas enmarcadas y diferentes prendas de vestir sacerdotal.

Pero si hay algo que destaque sobremanera es la escultura de un Cristo Yacente, una preciosa talla de José Noguera Valverde, realizada en el año 1945, destacando su expresión y facciones.

Obra cumbre de su trabajo, según su propia familia.

Ha sido expuesto en diversas exposiciones destacando "Los Caminos de la Luz", exposición realizada por la Diócesis de Albacete en el año 2000 con la mejor imaginería de la provincia.

Durante toda la Cuaresma permanece expuesto en una de las naves laterales del Santuario para la veneración de los fieles.